El pasado fin de semana, en el CAAT, intentamos cazar a otra de las ya conocidas variables cataclísmicas. La candidata fue DQ Herculis.
Este sistema es algo curioso, ya que ordinariamente se comporta como una variable eclipsante típica, y no presenta habitualmente las inestabilidades típicas de una variable cataclísmica. DQ Her es el prototipo de las variables cataclísmicas de tipo magnético ya que la materia que acreta alrededor de la primaria no fluye hasta ella en un disco, sino que la materia cae sobre los polos magnéticos de la enana blanca.
No obstante, lo que la curva de luz nos muestra no es más que una binaria eclisante, sin ningún tipo de inestabilidad, y ello quizá pueda deberse a la inclinación que tenga el eje magnético de la enana blanca. Este sistema está a unos 525 pc de distancia, y en 1935 se convirtió en nova elevando su magnitud hasta la 1.5, visible incluso a simple vista.
La observación se ha llevado a cabo en la banda V y, actualmente está siendo objeto de estudio el sistema de acreción y de transferencia de masa de DQ Her.
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