Me había empeñado en sacar la burbuja y el halo azul que rodea a la Crescent, pero no he tenido cuidado con el ruido, ni con las estrellas y al final pasa lo que pasa, que el maligno está siempre al acecho, castigando a los pecadores que reniegan de su fé.

Ahora me arrepiento de todos mis pecados y prometo que voy a seguir con mis piedrecitas y curvas, venerando al ETD y al AAVSO.

Imagen en Alta Resolución
Un saludo de Alfonso.
