Presentación
Publicado: Vie Ene 08, 2021 5:14 am
Hola a todos,
Primero que nada daros la enhorabuena por el foro. Llevo algunos días leyéndolo y me abruma la cantidad de información que hay!
Sobre mi, me llamo Jose, tengo 34 años y vivo en Massamagrell. Llevo relativamente poco en esto. Si bien es cierto que siempre me ha fascinado ver el cielo nocturno incluso desde ciudad, no me decidí a observarlo en serio hasta hace algo menos de un año.
Después de mucho documentarme y dejarme aconsejar (con mucho acierto) decidí empezar con unos prismáticos Celestron 10x50. Con ellos, desde la terraza de mi casa, apunté hacia una luna casi llena y la visión me fascinó. Me impresionó aún más intuir los anillos de Saturno y ver brillar las lunas galileanas de Júpiter. Seguí haciendo visitas a la terraza y disfruté recorriendo las constelaciones. Lira, El cisne, La Osa menor, El dragón, entre otras.
El hecho de asomarme por los binoculares y ver el cielo, no solo más cerca, si no que más poblado, me producía una sensación que sigue sorprendiéndome todavía.
Pasado algún tiempo llegó el frio y Orión comenzó a ascender por encima de los tejados. Obviamente apunté a M42 y debo decir que tuve una sensación agridulce. Fue una visión alucinante. Recibir esa luz en mis ojos fue una experiencia maravillosa pero, al mismo tiempo que disfrutaba de la complejidad del objeto, sentía una necesidad de ver más. La sensación era como si la nebulosa quisiera expresarse pero yo no podía verla.
No estaba seguro de poder ver la gran galaxia de Andrómeda desde mi terraza pero mire hacia arriba y estuve un rato situándome. ¿La estaba viendo a simple vista? Apunté con mis prismáticos y efectivamente, era el núcleo de M31. Esto no hizo sino acrecentar la necesidad de ir un paso mas allá.
Finalmente, tras una salida al campo con los 10x50, lejos de la ciudad, y ver como el cielo rebosaba de luz, decidí desoír una pequeña voz que me decía que aun me quedaba mucho por aprender con mis prismáticos y me lancé a por un telescopio.
Después de recorrer varias veces todos los catálogos de las webs más importantes y volver a consultar con el oráculo (y de descubrir que la pandemia había causado una escasez de stock casi total), encontré un tubo Bresser de 203mm y una montura Skywatcher NEQ5-Pro y no quise esperar más.
Tuve la gran suerte de recibir el equipo justo el día antes de la gran conjunción de Júpiter y Saturno. Subí a la terraza muy justo de tiempo y, aún sin saber utilizar el Goto, conseguí montar el equipo y orientarlo a tiempo para centrar ambos planetas en la retícula del buscador. Cuando los dos gigantes gaseosos aparecieron en el ocular no me lo podía creer. Mis amigos, que tenían reservas sobre si había hecha una buena inversión, alucinaron. "Vale cada céntimo" fue una de sus frases.
Me acordé entonces de la luna y apunté. El nivel de detalle que pude llegar a ver de su superficie fue sobrecogedor. No hablemos ya de M42, simplemente no tengo palabras.
Poco más ha sucedido hasta hoy. Lo que nos lleva a la primera consulta que quería haceros. Tengo muchas ganas de alejarme de la cuidad con mi nuevo equipo. Me muero por asistir a alguna quedada que se haga desde la asociación cuando los tiempos mejoren. Pero la realidad es que la situación que vivimos hace que sea bastante difícil (por no decir imposible) desplazarse lejos, disfrutar y volver a tiempo a casa. Se me ha pasado por la cabeza coger algún alojamiento de fin de semana del estilo de AirBnB pero necesito que este en una zona con buenos cielos y que me de acceso a algún espacio donde montar el telescopio como pueda ser una terraza, patio o jardín. Sabéis de algún sitio con estas condiciones?
Muchas gracias!
Primero que nada daros la enhorabuena por el foro. Llevo algunos días leyéndolo y me abruma la cantidad de información que hay!
Sobre mi, me llamo Jose, tengo 34 años y vivo en Massamagrell. Llevo relativamente poco en esto. Si bien es cierto que siempre me ha fascinado ver el cielo nocturno incluso desde ciudad, no me decidí a observarlo en serio hasta hace algo menos de un año.
Después de mucho documentarme y dejarme aconsejar (con mucho acierto) decidí empezar con unos prismáticos Celestron 10x50. Con ellos, desde la terraza de mi casa, apunté hacia una luna casi llena y la visión me fascinó. Me impresionó aún más intuir los anillos de Saturno y ver brillar las lunas galileanas de Júpiter. Seguí haciendo visitas a la terraza y disfruté recorriendo las constelaciones. Lira, El cisne, La Osa menor, El dragón, entre otras.
El hecho de asomarme por los binoculares y ver el cielo, no solo más cerca, si no que más poblado, me producía una sensación que sigue sorprendiéndome todavía.
Pasado algún tiempo llegó el frio y Orión comenzó a ascender por encima de los tejados. Obviamente apunté a M42 y debo decir que tuve una sensación agridulce. Fue una visión alucinante. Recibir esa luz en mis ojos fue una experiencia maravillosa pero, al mismo tiempo que disfrutaba de la complejidad del objeto, sentía una necesidad de ver más. La sensación era como si la nebulosa quisiera expresarse pero yo no podía verla.
No estaba seguro de poder ver la gran galaxia de Andrómeda desde mi terraza pero mire hacia arriba y estuve un rato situándome. ¿La estaba viendo a simple vista? Apunté con mis prismáticos y efectivamente, era el núcleo de M31. Esto no hizo sino acrecentar la necesidad de ir un paso mas allá.
Finalmente, tras una salida al campo con los 10x50, lejos de la ciudad, y ver como el cielo rebosaba de luz, decidí desoír una pequeña voz que me decía que aun me quedaba mucho por aprender con mis prismáticos y me lancé a por un telescopio.
Después de recorrer varias veces todos los catálogos de las webs más importantes y volver a consultar con el oráculo (y de descubrir que la pandemia había causado una escasez de stock casi total), encontré un tubo Bresser de 203mm y una montura Skywatcher NEQ5-Pro y no quise esperar más.
Tuve la gran suerte de recibir el equipo justo el día antes de la gran conjunción de Júpiter y Saturno. Subí a la terraza muy justo de tiempo y, aún sin saber utilizar el Goto, conseguí montar el equipo y orientarlo a tiempo para centrar ambos planetas en la retícula del buscador. Cuando los dos gigantes gaseosos aparecieron en el ocular no me lo podía creer. Mis amigos, que tenían reservas sobre si había hecha una buena inversión, alucinaron. "Vale cada céntimo" fue una de sus frases.
Me acordé entonces de la luna y apunté. El nivel de detalle que pude llegar a ver de su superficie fue sobrecogedor. No hablemos ya de M42, simplemente no tengo palabras.
Poco más ha sucedido hasta hoy. Lo que nos lleva a la primera consulta que quería haceros. Tengo muchas ganas de alejarme de la cuidad con mi nuevo equipo. Me muero por asistir a alguna quedada que se haga desde la asociación cuando los tiempos mejoren. Pero la realidad es que la situación que vivimos hace que sea bastante difícil (por no decir imposible) desplazarse lejos, disfrutar y volver a tiempo a casa. Se me ha pasado por la cabeza coger algún alojamiento de fin de semana del estilo de AirBnB pero necesito que este en una zona con buenos cielos y que me de acceso a algún espacio donde montar el telescopio como pueda ser una terraza, patio o jardín. Sabéis de algún sitio con estas condiciones?
Muchas gracias!