En primer lugar GRACIAS , sí con mayúsculas, a todos los que subieron a visitarnos y compartir el cielo del CAAT.
La tarde ya hacía preveer que iban a ser unas Jornadas de Puertas Abiertas de dimensiones "Galácticas" . Desde el preciso instante que la gente atravesaba la verja ya estaban implicándose en ello. Los telescopios que teníamos apuntando al Sol empezaron a darnos una idea de lo que la noche nos depararía.
El Sol es el gran desconocido de la observación astronómica por parte del público, y debido a que es obligatorio el uso de filtros, hay un gran interés en ello. Los Telescopios no paraban de recibir visitas y preguntas, y el que se había preparado por proyección hizo las delicias de todos por la nitidez con la que se apreciaban las pequeñas manchas y por la sencillez del sistema. Hasta que el Sol no se "eclipsó" por el el muro no cesaron las visitas.
En las cúpulas los grupos no cesaban de entrar y salir, Alejandro, Jordi y Alfonso (en una faceta desconocida de éste último) guiaban a los visitantes y les daban la explicaciones pertinentes bajo las cúpulas. En "atención al cliente" estaba nuestra incansable ( y de eterna sonrisa) Ana Poza que coordinó perfectamente la avalancha de las 20:30. Como acceso de puerta estaban Mati y Mayca, guiando al personal hacia la zona de observación, antes que el Sol dejara paso al resto de estrellas, y con las oportunas explicaciones de las actividades que se iban a realizar.
La noche poco a poco fué oscureciendo el cielo y bocata en mano, y algunos en mesa, la gente cada vez se asombraba más de la cantidad de estrellas que desde el CAAT se disfrutan.
Oí comentarios de gente que en su vida habían visto tal cielo. Lo cierto es que la noche fué fantástica. En el "impass" de la cena el público pudo visitar una pequeña muestra de fotografía astronómica instalada en uno de los módulos.
Una vez cenados todos vino "el mogollón
". En la oscuridad de la noche, apenas se distiguían los edificios desde la plataforma de telescopios del gentío que ,alrededor de un magistral Néstor, seguía el puntero láser conociendo las estrellas y constelaciones más significativas de las noches de Verano. La megafonía instalada ayudó a que las gargantas tuvieran un respiro y que todo el mundo pudiera escuchar con claridad la explicación.Jordi preparó una pequeña proyección de Saturno en la pared del edificio Angel Flores y tanto la explicación sobre el planeta, como las imágenes proyectadas causaron el asombro de los presentes. Me preguntaron de qué telescopio se enlazaban las imágenes
Tranquilo Jordi, estuve al quite 
.Y a partir de que se desconectara la "conexión" vino la avalancha. No cabía tanta gente en el hormigón, desbordados por todas partes, donde habían tres personas, te girabas despues de 2" y se habían multiplicado como los panes y los peces. Hasta mi Sra. se tuvo que poner con un telescopio porque no dábamos abasto. Fueron momentos de agobio. No habían oculares para tanta gente, pero poco a poco se fueron organizando colas y con un poco de paciencia y mucha buena voluntad, todos pudieron disfrutar del gran protagonista, Saturno.
Poco a poco fueron desfilando por todos los equipos, y como si de algo organizado
se tratara, cada uno se puso a apuntar a un objeto diferente y, al poco rato se habían diversificado mucho los objetos que se podían observar.Los niños, ya era tarde, empezaban a regañar y los padres trataban de "aguantar" un poco más el tema. Algunos lo consiguieron y otros tuvieron que rendirse. Se fué despejando el frente, la gente iba y venía de las cúpulas, contemplaban el cielo a simple vista y trataban de recordar las explicaciones que Néstor había hecho. Las dudas se volvían a aclarar y seguían con sus debates.
Muchas preguntas, mucho interés y sobre todo mucho agradecimiento por parte del público. Obviamente hablo por lo que a mi alrededor ocurría, ya que no pude moverme del sitio, (estaba rodeado
). Pero a mi alrededor se apreciaba la misma actividad.En las cúplulas no sabíamos lo que estaba aconteciendo, pero de cuando en cuando se escuchaban aplausos, y pensabamos que alguien saldría a hombros del edificio
.Jordi parecía un comercial de Vixen, todos los que salían de la cúpula del Meade iban preguntando por "el fantástico apocromático", con el que estaba peleándose Eduardo por culpa de una mala puesta en estación
. Qué tío, lo clavó a la Polar a las 4 de la tarde., y no lo movió en toda la noche.Poco a poco se fué marchando el público, no sin antes deshacerse en agradecimientos y preguntando cómo seguirnos en las actividades.
Resumiendo que es gerundio, una fantástica Jornada de Puertas Abiertas.
El año que viene otra "breve"
crónica.Saludos Vicente+
Editado: A Javier no lo menciono porque no lo ví. El resto que me perdonen pero es que si no me extendía demasiado.
P R E 